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La familia Espinoza, desde sus primeras generaciones, siempre ha compartido el sentido de confraternizar y ayudar a los demás. Durante su paso por la Industrial Molinera, el Ing. Carlos Espinoza Proaño, con el apoyo de sus compañeros, constituye el 20 de agosto de 1988 la Confraternidad “Carlos Espinoza”.
Esta Confraternidad estaba principalmente constituida por los empleados y funcionarios de la Industrial Molinera, la cual liderada por el Ing. Espinoza, se encargaba de integrar sus familiares, y amigos más cercanos para el desarrollo semanal de actividades recreacionales.
Con el objetivo de crear un espacio de intercambio y desarrollo social, todos los años se llevaban a cabo varias actividades de entretenimiento y recreación en el complejo de la Industrial Molinera; olimpiadas deportivas, concursos, venta de comida típica, entre otros.
La Confraternidad estaba compuesta por alrededor de 30 personas, las cuales pagaban una cuota mensual que permitía el desarrollo de las recurrentes actividades que se planifican. Sin embargo, durante la realización de los eventos eran siempre bienvenidos otros invitados y empresas.
El desarrollo de estas recurrentes actividades permitía la recaudación de recursos económicos, que cada fin de año eran destinados hacia causas de atención social para los más necesitados. Un ejemplo de esto es la entrega de canastas que se hacía a los ancianos del “Hogar San José”.
Una de las primeras actividades de atención socio-académica que la Fundación Metropolitana desarrolló posterior a su creación, fue ayudar a crecer una escuela fiscal de bajos recursos ubicada en la ciudad de Guayaquil.
En estas actividades participaban todos los miembros de la familia Espinoza, y su círculo de amigos más cercano que compartía el deseo de atención por los más necesitados.
Anualmente, se atendía y brindaba servicios de educación básica a niños de familias vulnerables. En las instalaciones de la institución, se realizaban actividades que brinden mejores oportunidades de educación y desarrollo.
Todos los años la familia Espinoza realizaba una gran fiesta de navidad para los estudiantes y padres de familia de la escuela. Aquí se desarrollaban varios concursos infantiles, eventos deportivos, entrega de alimentos y juguetes, entre otras actividades que trajesen felicidad a los niños.
Otra de las fechas importantes en que la familia Espinoza buscaba brindar sonrisas a los niños, era durante el día de niño; aquí también se llevaban a cabo varias actividades temáticas para el desarrollo infantil.
La Escuela Metropolitana de Fútbol, fue fundada el 19 de diciembre de 2007 y es adscrita a la Fundación Metropolitana del Ecuador con el objetivo de formar integralmente a los niños, teniendo en cuenta sus aptitudes, habilidades e inteligencia.
La Fundación Metropolitana por encima de toda consideración y como primer principio, reconoce la dignidad y valor de la persona humana y destaca su importancia insustituible en el desarrollo de todas sus actividades.
Las categorías de nuestra escuela son de 5 a 15 años, y cada una tiene 25 jugadores. De esta manera, la Escuela Metropolitana de Fútbol se ha coronado campeón nacional e internacional en más de 60 ocasiones entre todas las categorías jóvenes que son formados.
En el año 2012, la escuela obtuvo su logro más importante al levantar el trofeo Pony Fútbol de la mano de su jugador estrella y goleador del torneo, Juan José Batioja. Este es un campeonato nacional infantil realizado en la ciudad de Medellín, Colombia desde 1985 hasta la fecha.
La Escuela Metropolitana de Fútbol se convirtió en el segundo equipo internacional en campeonarse en un torneo que siempre había sido liderados por sus anfitriones colombianos.
Dato curioso
Una de las estrellas del fútbol mundial que nació en la Escuela Metropolitana de Fútbol, es el jugador guayaquileño Gonzalo Plata, quien durante su participación en la Pony Fútbol 2012, marcó un gol memorable que llamó la atención de varios cazatalentos.